jueves, 10 de abril de 2014

BRAZOS SÍ Y MUCHOS

Hoy hemos ido a vacunar a L. (se ha portado como un jabato) y, de paso, visitar a mis amigas del grupo de lactancia. Un grupo que aconsejo a todas las mamis primerizas, porque es el lugar perfecto en el que descansar un poco sin dejar de lado a tu peque. De hecho, si las mañanas a solas con el bebé se te hacen eternas, prueba a distraerte un poco en este tipo de grupos: no soltarás a tu bebé (o sí, si prefiere el carro), pero estaréis tranquilos y distraídos por un ratito.

Una de las mamás con las que he estado hablando, me comentaba que tenía muchas dudas de si coger a su enanito, por si se malacostumbraba a los brazos. Totalmente comprensible, porque toda buena mamá primeriza que se precie, siente que cada gesto cuenta, cada decisión influirá en ese pequeño ser y lo terrible sería tomar el camino equivocado.

Le he dicho que coja a su bebé, que L. era igual a su edad y ahí estaba... correteando detrás de una pelota, totalmente a su aire y feliz. Así que a la vista estaba que los brazos no solo no le habían hecho ningún mal, sino que era la prueba viviente de que hacen mucho bien. Sobre todo si es lo que te está pidiendo tu bebé. Me explico: tanto L. de pequeñito, como este bebé parecía que tenían clavos de punta en la cuna. Sin embargo, mi sobri P. es mucho más feliz en su carrito. Así que escuchad a vuestros bebés y así no podréis fallar.

De recién nacidos, lo que necesitan los bebés es sentirse confiados en el mundo y, teniendo en cuenta, que el mundo se resume en su mamá; entonces está claro que nosotras somos las que debemos darles esa confianza y esa tranquilidad. Esa tranquilidad supone mucho mimo, mucha cercanía y procurar que lloren lo mínimo posible.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, a los bebes hay que ir adaptandoles a este mundo, siempre "a demanda", empiezan su nueva andadura en este mundo desconocido para ellos y su referente es su mamá, su olor, su piel, hemos de estar cerquita de ellos para ayudarles en ese paso tan diferente entre nuestro vientre y el exterior, y sobre todo, han de sentir que les acompañamos en cada respiración, claro que ellos deciden cuando y cómo nos necesitan, carro, cuna?? lo que es verdar es que no debemos nunca negarles los brazos, por miedo a esas "malas costumbres" que decían antes. La intuición de la madre es el mejor de los libros. Un beso enorme

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